Que igual que se sube, también se baja.

Y pensar que tu futuro, ese algo que creías que se estaba formando, el presente que vivías con esperanza depende de un hilo, la verdad es que duele, duele cuando había ilusiones por medio. Doy gracias a que hice las cosas con la cabeza y no con el corazón, si no, otra vez más hubiera caído. Que a veces las ilusiones se quedan en eso, sueños que te gustaría vivir y es que me gusta tanto soñar que tengo una gran lista de palos que me dieron de los que aprendí que a veces aunque la verdad duela, lo mejor es saberla y dejar ir a las puertas que se te cierran no intentado volver a abrirlas.

FFT